jueves, 29 de marzo de 2012

¡Uff! No tenemos logo


¿Qué es primero: el huevo o la gallina? Imagínese que empieza a gastar todos sus ahorros en alquiler, mobiliario, el café para visitas, bocadillos y todo lo que son las cuentas por pagar, todo muy bien calculado, pero al final cuando ya está listo para el lanzamiento de su negocio, el «día D», se da cuenta que no tiene una imagen con qué lanzarse al ruedo o venderse. Simplemente se le olvidó, y ahora resulta que se encuentra en graves problemas. Salir desnudo ante un mundo voraz y competitivo donde las marcas se absorben entre sí, no es una buena idea.

La marca corporativa en la actualidad parece una cuestión más insignificante y trivial, tiene más preponderancia el escritorio o el cactus para adornar la oficina que el negocio o la imagen que tendrá como rostro el proyecto. Cuando se trata de pensar en qué nos representará, es cómodo especular que eso será una labor que todo diestro en las artes de los programas «de retoque» podrá remediar; conjugando un poco de esto y copiando otro poco de aquello para maquillar el ordinariamente mal llamado «logo».

Usualmente identidad gráfica se deja para el final. Los emprendedores se encargan de todo pero ponen muy poco interés en la imagen y usualmente piensan en ello ya cuando la estructura del proyecto está montada, es ahí donde todo se complica y buscan quién realice el diseño lo más rápido posible, pues el lanzamiento ya está listo, nada más atrasa el «garabato».

Gestionar la marca es importante tanto para una pequeña y mediana empresa como para una empresa transnacional. En determinado momento se encontrarán en algún estante de productos, en páginas impresas con su publicidad y la batalla de las marcas tendrá lugar tarde o temprano. El aspecto de la marca, la personalidad, estética, valores y tono de voz, tendrán enorme influencia en el crecimiento de su negocio. Quizás el símbolo marcario de un negocio es la ventana única por la cual se asomarán a ver sus servicios, y determinará cómo será percibido.

Recuerde que su negocio o producto es de marca y jugará un papel integral en el éxito o fracaso. Una marca no es sólo un logotipo, ni es un brazo de su estrategia de marketing. El branding en su negocio es algo de suma importancia. Usted debe preguntarse si está listo para lanzarse al ruedo sin rostro. Piense en cuáles son las opciones de competir con marcas consolidadas que invierten gran parte de sus utilidades en el manejo de su imagen y de su publicidad. ¿Ya tiene la misión-visión de su empresa para que los clientes o trabajadores le saquen provecho? ¿Ya puso su logotipo en la Web (si es que la tiene), o lo llevará en un «Floppy Disk» a la imprenta más cercana para que lo redibujen, y modifiquen simplemente porque su sobrino lo hizo en «Paint» y tiene una pésima calidad gráfica? Piénselo, seguramente no esté en el camino adecuado.

 

¿Una mala inversión?

Muchas veces los empresarios rechazan de cuajo todo lo que huela a publicidad, marca o «logo». Las personas emprendedoras se lamentan acerca del declive de sus negocios, pero rehúyen a invertir en su imagen porque creen que esos menesteres son como echar el dinero en un saco roto.

Al final del día, Usted tiene la decisión, si necesita de una imagen y no quiere gastos para su futuro negocio, pues lo más probable es que omita este paso, y continúe con su propósito; o más simple aún, la otra opción es salir y reñirse sin armadura, un ajedrez de solo cuadros negros que con seguridad le llevará al fracaso.

Allan Cruz Cárdenas | Foroalfa

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